"EXPERIENCIAS
ESCOLARES EN LAS MASÍAS DE EJULVE EN LOS AÑOS 30 Y 40 DEL PASADO
SIGLO". Comunicación presentada en el "Coloquio: mases y
masoveros, pasado, presente y futuro". Molinos (Teruel) 22, 23
y 24 de octubre de 2004.HERNÁNDEZ SESÉ, Ángel (coordinador: "Mases y Masoveros" CEDDAR,Zaragoza 200 (págs.227-241).
Presentación.
Si
bien es cierto que la investigación histórica en nuestros pueblos
se ve enormemente dificultada como consecuencia de la escasez o por
la ausencia casi total de documentación original, hay numerosos
aspectos relacionados con el pasado más inmediato a los cuales
podemos acercarnos recogiendo los testimonios y las experiencias
personales de nuestros convecinos: hombres y mujeres mayores son la
memoria viva de un pasado que, aunque no muy lejano, nos recuerda
los modos, hábitos y relaciones de una sociedad tradicional hoy ya
desaparecida totalmente en nuestras comarcas. La presente
comunicación es el resultado de una recopilación de varios
testimonios orales de un grupo de personas afincadas en Ejulve,
quienes nos explicaron, hace ya algunos años, recuerdos de su niñez
que abarcaban aspectos muy diversos de la historia ejulvina entre los
años veinte y cincuenta del pasado sigloi.
Los
alumnos.
- En las 29 fichas correspondientes a otras tantas masías, figuran los datos de 49 niños y niñas comprendidos entre los 5 y los 16 años.
- De estos 49 referidos, son 34 los que declaran saber leer y escribir, sumados los otros cinco, de diferentes edades que, a pesar de manifestar que no saben leer ni escribir, declaran sus padres que “van a la escuela” el nivel de escolarización en esta franja de edad abarca a un 80 %, de los inscritos en el censo.
- Descontando los que ya han cumplido los 14 años que ya se han incorporado plenamente al sistema productivo de la casa como "pastores" o "labradores", la población escolar potencial (entre 5 y 13 años cumplidos) se eleva a un total de 35 niños y niñas.
- A los 35 mencionados hay que restar los cuatro que viven alejados, en la masada de El Cabezano, situada hacia el límite con el término de Las Cuevas, que manifiestan no saber leer ni escribir y dos casos, con 12 años, que tienen ocupación principal “sus labores” y “labrador”.
- Por último, cinco fichas corresponden a otros tantos niños y niñas que residen en masías alejadas del denominado “territorio de las Masías”: Azcón, en el límite con el término Molinos, cuyos niños asistían a la escuela de la villa y El Peirón y El Cerro en el camino y límite con los términos de Montoro y Aliaga .
Los
maestros.
Una
vez terminado el conflictoxi,
se fue normalizando
lentamente
la recuperación de los servicios básicos y la escuela de la villa
volvió a activarse con el nombramiento y la progresiva
incorporación de nuevos maestrosxii.
Esta recuperación
de la actividad educativa también llegó a las masías cuyas
familias quisieron organizar de nuevo la “escuela”
que habían tenido antes de la Guerra.
“En
el 42 me ofrecieron dar clases en las masías, donde estuve 4
temporadas. Yo daba clases en los “Baciones de Arriba” donde
vivía la familia Porcar con 6 hijos. El número de alumnos era de 30
a 35, la paga era solamente de 15 Ptas. cada uno, pero la comida no
me faltaba, porque las masías me daban patatas, pan, etc. Y
sobretodo matacía de sus cerdos (sobrante para todo el verano) de
cada año.
Al
finalizar el año 46, tuve que dejar las clases de las masías, pues
los chicos se hicieron mayores, y ya no podían asistir a clase por
la edad. Las clases que yo impartía eran dictados, problemas,
lectura , lecciones de la Enciclopedia Dalmau Carles, etc.”
Organización
y contenidos.
Los
alumnos de entoncesxiv
recuerdan con especial agrado sus tiempos escolares. Nos cuentan
cómo acudían los niños desde las diferentes masías: ...de
La Solana, Las Monjas, Valdespada,... ¡hasta desde las masías
situadas junto al puente del Vado subían a las clases!, íbamos
andando, juntándonos por el camino y algunos teníamos que andar
una hora o más hasta la masada donde se hiciera la clase. Solo si
había nieve o llovía mucho dejábamos de acudir a la escuela.
Al
igual que en la escuela ordinaria de la villa, los alumnos estaban
organizados en dos grupos de edades, con la salvedad que mientras en
la escuela del pueblo –nos
dicen con una pícara sonrisa en los ojos – “...los
chicos y las chicas iban separados a dos escuelas diferentes, en las
masías íbamos todos juntos. La
necesidad y el pragmatismo nos enseña que en las masías de Ejulve,
en plena posguerra, la educación era mixta, avanzándose en varias
décadas a su generalización en el resto del Estado.
El
grupo de los mayores - de 11 a 14 años- iba a clase por la tarde ,
después de haber soltado los corderos o acabada cualquier otra de
las múltiples y diversas tareas que realizaban cotidianamente en su
masada. Empezaban la clase por la tarde y regresaban a su casa
bien entrada la noche cuando hacía buen tiempo. Los alumnos y
alumnas recuerdan momentos divertidos gracias a las ocurrencias de
los más atrevidos y también momentos de pánico “...por
las historias de miedo,.. sobre los maquis, o sobre cualquier otra
cosa que nos explicaban los más mayores, cuando volvíamos a casa
una vez que ya había anochecido ”.
En
cuanto a los conocimientos que impartían los
maestros-masoveros
respondían al temario tradicional de la época y abarcaban las
diferentes asignaturas: Aritmética, Lenguaje, Geografía, Historia
de España, Historia Sagrada... Nada tenían que envidiar a los
alumnos que iban a la escuela de la villa, ni en cuanto a los
contenidos ni en cuanto a la metodología empleada en la instrucción
escolar: ”...estudiábamos con
aquellas enciclopedias que nos pasábamos de un hermano a otro o
aprovechábamos la de un vecino o familiar, porque no era como ahora,
nuestros padres tenían pocos medios..., eran unos libros que tenían
todas las lecciones y
que teníamos que aprendernos de memoria.
No obstante estos niños y niñas masoveros estaban obligados a
asistir varios meses a la escuela del pueblo con las maestras y
maestros titulares “cuando nos
teníamos que preparar para recibir la Primera Comunión y teníamos
que aprender todas las oraciones, el Credo, el Yo Pecador,... todo el
catecismo y aprender a rezar el rosario”.
Como es sabido, la enseñanza de la doctrina cristiana impregnó y
fundamentó el sistema educativo del nuevo régimen franquista de
cuya influencia no podían escapar, evidentemente, los niños y niñas
escolarizados en las masías.
El
curso escolar, se adaptaba al
calendario que marcaba el ritmo laboral de la masías: comenzaba,
aproximadamente, en septiembre a los inicios del otoño y podía
acabar pasado el mes de abril o a mitad de mayo, cuando las faenas
del campo hacía imprescindible la ayuda de aquellos muchachos y
muchachas a sus respectivas familias, pues no hemos de olvidar que en
la explotación de una masada todos los componentes de la familia
desarrollaban unas funciones claramente definidas y totalmente
necesarias para su sostenimiento.
*****
Sin profundizar
demasiado y sin pretensiones de exclusividad una comparación
generacional entre los habitantes de las masías de Ejulve muestra a
las claras la validez de la experiencia por los resultados obtenidos:
si un 80 % de niños y niñas masoveros entre 5 y 13 años estaban
escolarizados, según los datos aportados en el padrón estudiado,
las generaciones anteriores (mayores de 16 años) alcanzaban tan sólo
un 43 % de escolarización.
Han pasado muchos años desde que estas personas asistían a la escuela cerca de sus masías. Recuerdan con añoranza aquellos años, la vida con su familia en un entorno que hoy les cuesta reconocer: casas abandonadas y ruinas en muchos casos, campos yermos, pastizales llenos de zarzas y aliagas, plantaciones de pinos que hacen extraño el paisaje,.... Para ellos, lo que hemos contado hoy supuso la única experiencia escolar de sus vidas, de la cual se muestran muy agradecidos y orgullosos, ya que aquellos conocimientos escolares, aprendidos en su entorno natural más inmediato, les han ayudado a la hora de desenvolverse a lo largo de su vida cotidiana en un entorno urbano –en muchos casos- pudiendo afrontar en mejores condiciones los retos de una sociedad que superó muy tardíamente un analfabetismo crónico, más acentuado aún en las zonas rurales de nuestro país. Se muestran también agradecidos a sus padres “...por haber sido capaces de organizar la escuela y también a los maestros que en unas condiciones muy malas, hicieron todo lo que pudieron por enseñarnos lo que necesitábamos para salir adelante”.
CUADRO
Nº 1: POBLACIÓN EN EDAD ESCOLAR (5
A 16 AÑOS) EN LAS MASÍAS DE EJULVE SEGÚN EL PADRÓN DE HABITANTES
DE 1938
MASÍA |
APELLIDOS
|
NOMBRE |
SEXO |
EDAD
|
LEER
|
ESCRIBIR
|
OCUPACIÓN
|
La Solana,nº 1 | MILLÁN PASCUAL | Joaquín |
V
|
15
|
s
|
s
|
|
La Solana,nº 5 | PASCUAL PASCUAL | Venerada |
H
|
5
|
n
|
n
|
|
L a Solana | BETES ORTIN | Pilar |
H
|
9
|
|||
L a Solana |
BETES
ORTIN
|
Vicenta
|
H
|
12
|
s
|
s
|
|
L
a Solana
|
BETES
ORTIN
|
Carmen
|
H
|
15
|
s
|
s
|
|
La Solana,nº 8 | PASCUAL MILLÁN | Lina |
H
|
10
|
s
|
s
|
|
La Solana,nº 8 | PASCUAL MILLÁN | Joaquín |
V
|
12
|
s
|
s
|
labrador
|
La Solana,nº 8 | PASCUAL MILLÁN | Cristóbal |
V
|
15
|
s
|
s
|
labrador
|
La Solana,nº 8 | PASCUAL MILLÁN | Isidro |
V
|
16
|
s
|
s
|
labrador
|
La Solana,nº 10 | MOLINA RUBIO | Matías |
V
|
16
|
s
|
s
|
labrador
|
Azcón | GASCÓN PASCUAL |
Armelinda
|
H
|
6
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
Azcón | GASCÓN PASCUAL | Leoncio |
V
|
10
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
El Galán | MARTÍ BUJ | Palmira |
H
|
10
|
n
|
n
|
va
a la escuela
|
El Galán | MARTÍ BUJ | José |
V
|
8
|
n
|
n
|
va
a la escuela
|
Los Frailes |
No
hay residentes en edad escolar
|
||||||
Barrancos | GALINDO PALOMO |
Crictobalina
|
H
|
14
|
s
|
s
|
sus
labores
|
Barrancos | GALINDO PALOMO | Emilio |
V
|
9
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
Pecino |
No
hay residentes en edad escolar
|
||||||
Chulilla |
No
hay residentes en edad escolar
|
||||||
Peiron | PASCUAL ESCORIHUELA | Pabla |
H
|
8
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
Peiron | SANGÜESA GRACIA |
Isabel
|
H
|
13
|
s
|
s
|
|
Val de Espada | BENITO ESCUIN | Pascuala |
H
|
6
|
n
|
n
|
va
a la escuela
|
Val de Espada | BENITO ESCUIN | Victoria |
H
|
9
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
Los Baciones | PORCAR CARCELLER |
Miguela
|
H
|
12
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
Los Baciones | PORCAR CARCELLER | Silvano |
V
|
7
|
n
|
n
|
va
a la escuela
|
Los Baciones | PORCAR CARCELLER |
José
|
V
|
9
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
Los Baciones | PORCAR CARCELLER |
Rafael
|
V
|
14
|
s
|
s
|
labrador
|
Val Redonda (1) |
No
hay residentes en edad escolar
|
||||||
Val Redonda (2) | ORTÍN BENITO |
Patrocinio
|
H
|
7
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
Val Redonda (2) | ORTÍN BENITO |
Carmen
|
H
|
8
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
Val Redonda (3) |
No
hay residentes en edad escolar
|
||||||
Los Chiquicos | AGUILAR BALFAGÓN | Palmira |
H
|
12
|
n
|
n
|
|
Los Ordiales | BENITO PALOMO | Joseina |
H
|
6
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
Los Ordiales | BENITO PALOMO |
Plácida
|
H
|
8
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
Masía Pocico | LECHA ORTÍN |
María
|
H
|
9
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
Masía Capilla | PASCUAL ORTÍN |
Natividad
|
H
|
14
|
s
|
s
|
sus
labores
|
La Viuda | ORTÍN GALVE | Josefa |
H
|
11
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
La Viuda | ORTÍN GALVE |
Emilio
|
V
|
9
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
La Viuda | ORTÍN GALVE |
José
|
V
|
13
|
s
|
s
|
pastor
|
La Viuda | ORTÍN GALVE | Martín |
V
|
15
|
s
|
s
|
labrador
|
La Viuda | ORTÍN GALVE | Julio |
V
|
16
|
s
|
s
|
labrador
|
Los Baciones (2) | BETÉS SANGÜESA | Joaquina |
H
|
8
|
n
|
n
|
va
a la escuela
|
Los Baciones (2) | BETÉS SANGÜESA |
Carmen
|
H
|
10
|
n
|
n
|
va
a la escuela
|
Los Baciones (2) | BETÉS SANGÜESA |
María
|
H
|
12
|
s
|
s
|
sus
labores
|
Los Baciones (2) | BETÉS SANGÜESA | Ascensión |
H
|
16
|
s
|
s
|
sus
labores
|
Los Baciones (2) | BETÉS SANGÜESA | Manuel |
V
|
6
|
n
|
n
|
|
El Cerro | SANGÜESA BETÉS | Lourdes |
H
|
11
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
El Cerro | SANGÜESA BETÉS | Adoración |
H
|
12
|
s
|
s
|
va
a la escuela
|
El Cerro | SANGÜESA BETÉS |
Julio
|
V
|
16
|
s
|
s
|
labrador
|
Las Monjas |
No
hay residentes en edad escolar
|
||||||
Burriel |
No
hay residentes en edad escolar
|
||||||
Cabezano | GASCÓN BERNAT |
Carmen
|
H
|
7
|
n
|
n
|
|
Cabezano | GASCÓN BERNAT | Ascensión |
H
|
9
|
n
|
n
|
|
Cabezano | GASCÓN BERNAT | José |
V
|
5
|
n
|
n
|
|
Cabezano | GASCÓN BERNAT | Pedro Antonio |
V
|
10
|
n
|
n
|
|
Los Baciones |
No
hay residentes en edad escolar
|
||||||
Val de la Sabina | GARCIA FECED | Domingo |
V
|
16
|
n
|
n
|
pastor
|
CUADRO
Nº 2: RELACIÓN
DE LAS 29 MASÍAS RECOGIDAS EN EL PADRÓN DE 1938 CON EL Nº DE
HABITANTES Y LOS NIÑOS ENTRE 5 Y 16 AÑOS)
- Nº HOJA
MASÍA
Nº HAB.5-16 AÑOS202Azcón 52230Baciones de Arriba, (Los) 20211Baciones, (Los) 74220Baciones, (Los) (2) 105205Barrancos, (Los) 72223Burriel 50229Cabezano, (El) 84218Capilla 71221Cerro, (El) 83215Chiquicos, (Los) 51208Chulilla 70204Frailes, (Los) 40203Galán, (El) 92222Monjas, (Las) 40216Ordiales, (Los) 72206Pecino, (El) 40209Peiron, (El) 72217Pocico, (El) 31200Solana, (La) 73198Solana, (La) nº 1 31201Solana, (La) nº 10 31199Solana, (La) nº 5 61200Solana, (La) nº 8 74210Val de Espada 72233Val de la Sabina 61212Val Redonda (1) 30213Val Redonda (2) 42214Val Redonda (3) 30219Viuda, (La) 65
16449
NOTAS:
i
Una parte de estos testimonios fueron recogidos en la publicación
de la Asociación para el Desarrollo del Somontano Turolense en una
sección llamada “La memoria de nuestros abuelos”, la
primera titulada Coplas con motivo de la fiesta de la luz ....
sobre la llegada del alumbrado eléctrico el 27 de septiembre
de 1923 en ALBADA, nº 2, agosto de 1999, la segunda sobre La
fiesta de San Antón en ALBADA, nº 3, diciembre de 1999 y
la tercera “La enseñanza en las masías de Ejulve” en
ALBADA, nº 4. Agosto 2000 donde se recogía un resumen de la
presente comunicación
Datos obtenidos de
La comarca de Utrillas-Montalbán. Serie de
Estudios Monográficos, 2. Publicados por la Caja de Ahorros
Zaragoza, Aragón y Rioja en 1980.
iii
En los testamentos del matrimonio de Miguel Górriz y su mujer,
Magdalena, (1357-1360) dejaron un legado de más de 2.000 sdos.,
varios cahíces de trigo, ganado lanar, colmenas de ovejas, varios
campos y sendos censos sobre dos masías una en Tronchón y la
otra en Ejulve, con casas azafranales, viñas, campos y
huertos. A.H.N. Sección Clero, caja 2918, pergamino 6.
No se trata de una
experiencia única ya que nos consta que en otras poblaciones
cercanas los masoveros tuvieron escuela y en algunos casos como en
Cantavieja, con edificio propio como el que todavía se conserva en
las masías conocidas con el nombre de La Solana. Arturo
Daudén: "Evocación, presente y futuro de la masía".
Audiovisual presentado en los Segundos Encuentros en el
Paraíso, organizados por el periodista Antón Castro.
Cantavieja del 29 de septiembre al 4 de octubre de 2004 y Cristina
Mallén “La mujer masovera” , comunicación
presentada en este mismo coloquio.
Existían dos
escuelas (aulas) de niñas y dos de niños. Según cuenta la
traición habían sido desdobladas gracias a D. Santiago Ariño,
ejulvino funcionario del Ministerio de Hacienda, con influencia en
la capital de la provincia y a quien se dedicó la calle que va
desde la Plaza del Ayuntamiento a la carretera.
YUSTA, Mercedes La
guerra de los vencidos. El maquis en el Maestrazgo turolense,
1940-1950. IFC. Zaragoza, 1999. Pág. 154: A mediados de 1947
como táctica en la lucha contra la guerrilla, se procede al
desalojo de las masías, situada en la zona afectada por e”el
problema del bandolerismo”. No se ha logrado localizar
documentación escrita acerca de cómo fue decretada y llevada esta
medida en la provincia de Teruel”
vii
Domingo Azcón, alcalde y Pablo Temprado, teniente de alcalde, son
quienes firman la correspondencia de la época. Muchas de las fichas
del padrón están firmadas por Aurora Temprado, hija del teniente
de alcalde.
Según el padrón de
habitantes de 1938, en un total de 29 masías vivían 164 personas,
de las cuales 41 estaban comprendidas entre los 5 y los 14 años.
Los habitantes en la villa ascendían a 904 personas, aunque varias
familias no figuran o figuran incompletas por hallarse "en zona
roja". Fuente: Ayuntamiento de Ejulve.
ix
En la escuela del pueblo, ejercían como maestras de niñas Dª
Margarita Rivas y Dª María Abril y para las clases de los niños
D. Bernabé Blasco y D. Julio Rubio.
x
La instauración del Comité con la consiguiente pérdida de la
legalidad constitucional republicana acarreó la depuración de los
“elementos reaccionarios” lo que acabó en el
ajusticiamiento de varias personas, por el simple hecho de ser de
derechas y con acusaciones que en algún caso -según la versión
de varios vecinos- estaban motivadas en diferencias personales y
ajustes de cuentas pendientes de épocas anteriores.
Ejulve fue tomado
por los Nacionales a finales de abril de 1938 tras varias semanas
de asedio. Entre los combatientes se produjeron varios centenares de
muertos durante aquellos días y en los siguientes en que siguió
el avance de las tropas franquistas, en jornadas de lluvia y viento,
hacia el sur dirección a Montoro y Villarluengo. El frente pasó
por el territorio ocupado por las masías que en aquellas fechas se
encontraban plenamente habitadas, pues allí se habían ido a
refugiar numerosas familias ante los ataques que había sufrido la
villa durante las semanas anteriores.
xiiMediado
el mes de mayo de 1938 Dª Margarita Rivas, maestra titular de una
de las clases de niñas en el momento de estallar la guerra se
dirigió al alcalde, Domingo Azcón, para hacerse cargo de la plaza
que regentaba “...tan pronto V. crea está la vida ahí en las
condiciones de normalidad necesarias para poder yo empezar a ejercer
mis funciones como Maestra que soy de ese pueblo”. Pero no
será
hasta los meses posteriores al inicio del curso 1939-40 cuando
vuelvan a ejercer de nuevo, cuatro maestros: Dª Eusebia Morata, Dª
Mercedes Bea, D. Bernabé Blasco y D. Manuel Barcelo (¿?). Fuente:
Ayuntamiento de Ejulve. Correspondencia, 1938-1939.
xiii
Dª Isabel, hija de Paco Sobrevilla y de Consuelo Martín, nació
en Toulouse (Francia) donde fueron a vendimiar sus padres. Tras el
fallecimiento de su madre, padre e hija regresaron a Ejulve y según
nos cuenta “...allí fui al colegio con Dña. Dolores Escuer
con ella hice los dos primeros años de bachiller (iba a examinar a
Teruel). Al finalizar el año 36, mi padre no tenía trabajo en el
pueblo, por lo que tuvimos que desplazarnos a Sabadell, donde vivía
una hermana de mi padre, allí terminé el bachillerato en
“Escolapios”. En los años 39 o 40 al terminar la guerra, yo
tenía ilusión en volver al pueblo, acordándome de mi casa, pues
sabía que había sido bombardeada, pero al estar en el suelo,
tuvimos que venderla. Un año tuve que ir al campo a segar y a lo
que venía”.
xiv
Quiero agradecer la amabilidad de Victoria (de Val de
Espada), Lina y Cristóbal (de La Solana)
quienes, hace ya algunos años, se ofrecieron a explicarme sus
experiencias y compartir sus recuerdos sobre la peculiar vivencia
escolar que tuvieron de niños.
xv
Mosén Adolfo Lecina, cura párroco de Ejulve en los años
anteriores a la Guerra Civil y que se incorporó de nuevo a la
parroquia tras la finalización del conflicto.