Mal empezó el siglo XVIII con el inicio de la Guerra
de Sucesión (1701-1713) que acabó asegurando la dinastía de los Borbones en una
España unificada “por derecho de conquista”. Los estados de la Corona de Aragón,
que habían dado su apoyo al Archiduque de Austria, pagaron cara su derrota
perdiendo su independencia e instituciones, pasando a ser gobernados según el
modelo de la administración castellana. Alcañiz fue cabeza de un amplio
corregimiento que se extendía por lo que conocemos como el Bajo Aragón
histórico con más de 100 localidades asignadas, entre las que se encontraba
nuestra villa, continuando la vinculación histórica que, como territorio
calatravo, se remontaba a la época de la reconquista a principios del siglo
XIII. La pérdida de las instituciones de gobierno propias, acarreó cambios en la administración local: los tradicionales concejos locales, con sus jurados al frente,
desaparecieron para dar paso a los ayuntamientos formados por regidores y síndicos. Por aquel entonces nuestra villa contaba, aproximadamente, con un millar habitantes repartidos entre
el núcleo urbano, similar al actual, y una treintena de masadas diseminadas por
su amplio término.
La villa de Ejulve pertenecía a la Diócesis de
Zaragoza y en esta época la presencia del clero local tenía una importancia que
iba mucho más allá de su estricta misión espiritual y condicionaba la economía
de la localidad como principal agente extractor de los excedentes económicos:
mediante el cobro de diezmos y primicias sobre cereales, lana y corderos, con
destino al Arzobispo. Además, en la Parroquia había instituidos a finales del
siglo XVII diversos Beneficios y Capellanías, a cuyo frente se hallaba un
sacerdote que pertenecía al Capítulo Eclesiástico que llegó a contar más de una docena de miembros. Estas instituciones eran propietarias, desde su
fundación en siglos anteriores, de numerosísimas fincas que eran cultivadas por
las familias ejulvinas que estaban obligadas, mediante contratos (treudos)
antiguos, al pago de una renta anual para el mantenimiento del clero ejulvino.
Sobre
la construcción del edificio y la fundación de la Capellanía
Pero retomemos la historia de la Capellanís y la
ermita de san Pascual. Según consta en la losa que hay situada en la entrada,
el 18 de junio 1688, el ejulvino Antonio Campos Muñoz que poseía la vicaría
de Ejulve, dio inicio a la construcción de un templo en un terreno de su propiedad,
situado en el centro de la villa junto a su vivienda. La construcción era ambiciosa y siguió el modelo de los templos de estilo barroco, decorando su interior con recargados estucos de colores.
Como hemos visto, los años que siguieron
a la colocación de aquella primera piedra, fueron complicados y ello quizá explique el retraso -como una maligna
premonición- en su definitiva puesta en funcionamiento. Habían pasado ya veinticinco años cuando el
30 de julio de 1713 se recogían las últimas voluntades el Maestro Antonio Campos
donde dispuso y ordenó sus bienes temporales en la fundación de un Capellanía
‘sub invocatione’ de Jesús María y José y San Pascual Bailón, nombrando
como ejecutores testamentarios al vicario de Gargallo, Ldo. Antonio León y
Joseph Villar y Domingo Serrano beneficiados ambos de la parroquia de Ejulve.
Pues bien, no parece que fueron muy diligentes y tres años más tarde, el
Arzobispo, tras la Visita Pastoral, les instó a presentarse en Zaragoza el día 8 de diciembre de 1716 por
no haber pasado cuentas ni haber ejecutado lo testado por Mosén Antonio. bajo la pena de 6 meses de cárcel y cien
doblones para cada uno... exigiendo
que lo hiciesen presentándolas con toda
forma y recaudos necesarios para pasarlas.
Resumiendo, que los inicios de la Capellanía de
San Pascual no fueron como los previstos por su fundador y ya se sabe que “lo
que mal empieza mal acaba”. Pero no adelantemos acontecimientos y sigamos con
un poco de orden las previsiones y obligaciones instituidas por el vicario ejulvino.
En el testamento dejó claro que los futuros
capellanes estaban obligados a celebrar
cada semana en dicha Hermita de San Pascual Bailón tres misas rezadas la una todos
los dias de fiesta y las demas restantes si hubiera fiestas las haya de
celebrar los dichos dias, y las aplique, las dos por el alma del maestro
Antonio Campos fundador, sus padres, hermanos, tios Nicolas Muñoz y Domingo
Muñoz, y por aquellos que dicho maestro Campos y los suyos tubieren obligación
de rogar, y la tercera á voluntad del Capellán y siempre las tres misas se
celebraran en la Hermita.
Foto: JAP, Ermitas de Ejulve del CELAN |
Enumeración
de las propiedades asignadas
Para asegurar el mantenimiento de los futuros
capellanes y hacer atractiva su posesión, cumpliendo todos los requisitos y
obligaciones (que hemos abreviado), la Capellanía fue dotada de 100 Libras de
renta anual, cargadas sobre varios censos (préstamos) sobre el Ayuntamiento y
particulares, así como por la explotación de diversas propiedades rústicas. He
aquí el resumen:
Censos sobre capitales prestados ( (L.=libras / s.=sueldos / d.=dineros)
- José y Tomás Picurul, Jerónimo Valero (Castellote): desde 25/04/1669 sobre 120 L., pagaban 120s. de renta anual.
-Heredereos de Matías Pascual: desde 12/02/1680 por un capital de 40L, pagaban de rento 4s.
-Pelipe Campos y Cecilia Sesé: desde 20/01/1681, con un capital de 11L. pagaban 11s de rento
-Gabriel Vicente yMaría Lacueva: desde 7/11/1688, sobre 50L. pagaban 50s. anuales
-Jerónimo Vicente y Magdalena Sales: cuatro censos (1678, 1681, 1681 y 1888) que sumaban 134L pagaban 134s. anualmente
-Ayuntamiento de Ejulve: desde 17/12/1703. sobre 787 L. 113 s. y 4d. asumían una renta de 787s y 8d, anualmente.
Censos sobre capitales prestados ( (L.=libras / s.=sueldos / d.=dineros)
- José y Tomás Picurul, Jerónimo Valero (Castellote): desde 25/04/1669 sobre 120 L., pagaban 120s. de renta anual.
-Heredereos de Matías Pascual: desde 12/02/1680 por un capital de 40L, pagaban de rento 4s.
-Pelipe Campos y Cecilia Sesé: desde 20/01/1681, con un capital de 11L. pagaban 11s de rento
-Gabriel Vicente yMaría Lacueva: desde 7/11/1688, sobre 50L. pagaban 50s. anuales
-Jerónimo Vicente y Magdalena Sales: cuatro censos (1678, 1681, 1681 y 1888) que sumaban 134L pagaban 134s. anualmente
-Ayuntamiento de Ejulve: desde 17/12/1703. sobre 787 L. 113 s. y 4d. asumían una renta de 787s y 8d, anualmente.
Propiedades
urbanas y rústicas: casas en la villa y 34 fincas repartidas
por La Fuente Serrano, Los Santanales, Val de la Hiedra, el Vadillo, Las Losas,
La Canaleta, Valdelamán (con corral), El Pontarrón (con corral), La Vega, La
Olmildilla (con corral), Las Cequias, Azarollos de Stª Maria (¿La Cerollera?),
Cabezuelo, Val de Gimeno y Val del Pinar (corral) que sumaban una renta anual,
en especie, de unos 24 cahíces de trigo
Los
primeros capellanes se hacen cargo de San Pascual
El 27 de abril de 1919 se instituía formalmente la
Capellanía y se nombraba el 4 de mayo, como primer capellán al citado Felipe
García que la poseyó hasta su fallecimiento en 1723. A continuación, el
nombrado fue Juan García Villar, presbítero de la parroquial de Ejulve, pero en
1726 ya surgió el primer conflicto en un proceso eclesiástico n el que se
acusaba que no es confesor ni tiene
lizencia para ello, por lo que no cumple uno de los requisitos que dejó fijados
el Mtº Antonio Campos en la institución. Quien pretendía acceder a la
capellanía era Raimundo Bernardo
Brumós, estudiante que alegaba tener todos los derechos sobre la capellanía,
Juan García adujo que era nieto de la prima de Mosén Antonio, la citada Ana Mª
Muñoz y parece ser que de ahí no pasó la cosa puesto que siguió gozando de la
Capellanía (y de sus rentas) hasta su fallecimiento en 1757.
Le siguió como capellán
otro Mosén Felipe García, con el mismo nombre que el primer nombrado, hasta una edad muy avanzada y en 1816 tras su muerte, la
solicitó D. José García. Pero ya entramos en otra etapa histórica: el convulso
siglo XIX trastocó muchas cosas y, entre los cambios legislativos y las maniobras
codiciosas de algunos interesados, la Capellanía entró en un estado de crisis
que arrastró durante decenios. Eso es otra parte de la historia, que habrá que seguir contando...
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